Por Penélope Hoyo
guiacanina@gmail.com
A principios de este siglo creía que quienes nos dedicábamos
a el rescate de perros y gatos en
situación de calle, que vivían bajo violencia o habían sido abandonados, no
éramos más que un puñado de gente con extrema sensibilidad a flor de piel.
Personas con el corazón de pollo que solamente estábamos buscando el bienestar
para una decena de animales en desamparo.
No había alcanzado a ver que ya estábamos inmersos en lo hoy
es una verdadera revolución, una vitamina y alimento que comienza tomar fuerza
y auge en nuestra cultura. Estábamos caminando sobre los pasos de activistas de
la protección animal a quienes llamaron locos, excéntricos y desubicados en los
80´s y 90´s.
Personalmente las acciones arrojadas y transgresoras de
grupos como Greenpeace me sirvieron de inspiración y me fui deslindando poco a
poco de los grupos de señoritas muy preocupadas por salvar la vida de un gato o
perro y busqué involucrarme seriamente en este movimiento, el cual, hoy, llena
por completo mi mente, mi estilo de vida, mis letras y mis acciones.
La protección animal
y su gente.
Es muy difícil encasillar
en tipos o clases a las personas que nos dedicamos a ayudar a los
animales a conservar su dignidad, su hábitat, sus derechos universales,
maquinando métodos para difundir las causas y
luchando contra viejas ideas, cuya renovación, significaría en
definitiva la tan soñada legislación ideal para salvaguardar el bienestar, al
menos, de los perros y gatos de familia.
Aparte de los colegas que centran su trabajo en ayudar a la
fauna silvestre y su entorno. Hay otra guerra que llevamos a cabo los
protectores de pequeñas especies y animales domésticos. Una de las
características más importantes de nuestra misión, es que nos dedicamos a
rescatar, recuperar la salud, la dignidad y una buena calidad de vida de los
animales que están en contacto directo con las personas. Animales que viven en
las casas, en los patios o que se poseen como un elemento de utilidad y de
servicio.
Una de nuestras misiones es lograr que nosotros, los
humanos, podemos, todos, comprender que el animal que tenemos en casa, es
nuestro pedacito de Reino Animal cotidiano y que, si logramos comprender sus
necesidades básicas, afectivas, tratar de generar la mayor empatía con ellos,
fácilmente podremos transitar hacia la comprensión de la totalidad de la
biodiversidad.
Perros y Gatos.
Muchos animales pueden vivir en el ámbito social humano,
pero de todos ellos con quienes tenemos más ¨química¨ es con los perros y los
gatos. En lo personal creo que dentro de las viviendas y sus patios o jardines
sólo estas dos especies pueden ser mascotas, verdaderos amigos y compañeros,
por su talla y por las características propias de cada especie, lo que buscamos
en ellas…y lo que ellos buscan en nosotros.
A mi , lo confieso me agradan más los perros por el lenguaje
común que compartimos. Aunque si tuve gatos caseros, los perros tienen ese no
sé qué que va con mi estilo de vida. Los perros, al igual que el animal humano,
son una especie que ama vivir con los que son como él y organizarse
cooperativamente en un orden social. Humanos y perros somos mamíferos
gremiales.
Maltrato animal.
Pero hay personas en todo el mundo a quienes no les agradan
los perros y/o los gatos, unas quienes prefieren no tenerlos cerca pero sin
desearles ningún daño y hay quienes deliberadamente los dañan y violentan hasta
provocarles una muerte cruel y dolorosa. Estos últimos son el enemigo número
uno del protector animal.
Los animales domésticos son víctimas de la saña de personas
con desvíos en sus valores éticos y morales, los cuales comienzan en la
infancia. Desde 2010, muchos estudios psiquiátricos y psicológicos, realizados
en presos acusados de asesinatos extremadamente violentos, arrojaron como
resultado que todos ellos habían cometido abuso, violencia y provocado la
muerte de animales en su infancia y primera juventud.
Lo anterior no significa que todos los infantes que jueguen
a conocer las consecuencias de sus actos y el poder dando muerte a un animal en
el jardín vayan a convertirse en delincuentes…pero, es un síntoma de la conducta que los padres de familia deber
seguir y observar.
¿Qué ha ocurrido en
diez año de trabajo de activistas independientes, asociaciones y autoridades?
Indudablemente la cultura de tenencia responsable de
animales de familia ha ido ganando terreno. Me atrevo a afirmar que esto se debe principalmente a la
determinación , disciplina y constancia de los diferentes actores en el caso,
principalmente los protectores de animales, seguidos por la sociedad y moviendo
las decisiones de algunas autoridades.
Aunque los logros son algo aislados aún, hace diez años era
impensable que fuera una realidad lo que se ha logrado. Una de las iniciativas
más importantes que ha tenido eco es la trasformación de algunos centros
antirrábicos, otrora centros de exterminio por electrocución, en centros de
salud y bienestar animal dentro de los
cuales ya no se sacrifican a los animales masivamente, sino que hay una
metodología para esterilizar a la mayoría y darles otra oportunidad de vida, ya
sea por medio de la adopción o siguiendo el ejemplo de otros países en general
más avanzados, esterilizar y soltar a los animales en los barrios en los que
fueron levantados.
Esto infortunadamente no ocurre con todos los centros de
control canino y felino en México…sino con una casi imperceptible minoría de
ellos, cito algunos como ejemplo y punta de lanza:, El del puerto de Veracruz, en la capital Veracruzana, Xalapa y en la Ciudad de Quérétaro.
Por desgrecia en nuestro país, así como cambian los gobiernos se toman o se omiten los compromisos. Actualmente, cuando otrora era orgullo y ejemplo, el trabajo que había venido vigilando ALBA.A.C en Toluca, con la nueva administración han echado por la borda una década de trabajo dedicado a la EVOLUCIÓN. Cuando antes se aplicaba el método ético de esterilización de perros semidomiciliados de barrio, hoy mueren cientos de perros semanalmente sin oportunidad de salud, rehabilitación y mucho menos adopción.
Ampliaré más este asunto en otra entrada amigos.
Actualmente está aprobada la ley en la que se toma como delito el maltrato animal y que exista un capítulo en el
código penal mexicano que regule esto. Esto se aplica en el Distrito Federal, pero ya hay algunos otros estados en los que ya está en proceso a nivel de iniciativa.
En la Delegación Miguel Hidalgo en la Ciudad de México
existe una clínica veterinaria delegacional que ofrece la esterilización
gratuita de perros y gatos así como un paquete de bajo costo para la atención
veterinaria de los mismos.
Todas las delegaciones en el D.F y algunos municipios en los estados, ofrecen a la población campañas gratuitas de esterilización por medio de unidades móviles.
Los Antirrabicos en Tlalnepentla, Naucalpan y Tecoco en el Estado de México luchan por avanzar con el poco presupuesto que tienen y en los dos primeros mencionados, hay proyectos para contruir hispitales veterinarios públicos.
Vamos poco a poco, pero seguimos avanzando.
Pero, ¿qué se
entiende como esta nueva cultura?
Además de las labores de rescate y recuperación de
los
animales víctimas de indiferencia, violencia y abandono, la población,
por el
momento de las clases media, media-alta y alta han dado un giro a su
mirada
hacia la adopción de un animal familiar en lugar de comprarlo.
Paradógicamente la población con menor poder adquisitivo, es la que aún
busca y elige comprar una mascota, generalmente de alguna raza famosa,
quizá por desinformación, costumbre o como símbolo de estatus.
Los factores para que esto ocurra son múltiples, pasando por
la fuerza de las redes sociales, el acceso a estas, un boom del ¨pensamiento verde¨, y una verdadera conciencia humanitaria,
creciente, en las personas de los sectores que ya adoptan.
La sociedad cae cada día más en la cuenta que para lograr el
orden que nuestros tiempos necesitan,
deben participar activamente, una firma cercana para hacerlo, además de
reciclar, es adoptar un animal que ha sido rescatado de la desgracia,
con el
afán de cuidar y amar algo que antes estaba roto.
Adoptar convive en el corazón de las personas con el ánimo
de crear, de construir, de conservar, de obtener múltiples beneficios por un
valor que se aleja de lo monetario, pues un amigo, no se compra.
