Dicen que no debe uno irse sin decir ¨Te quiero¨ a quienes se aman...Maestro, Amigo, mi hermano perro, siempre supiste lo que te quiero.
Yace tu cuerpo y no estás aqui.
Apagada tu vida me iluminas...como siempre.
Mi hermano Anton, mi joya, mi oro, mi perro.
Y, !Qué afán! de seguir diciéndote mío cuando ya eres eterno....
Cuando ya provocas sonrisas en el cielo.
Hermano, corazón y perro.
Para que fueras, al fin, libre abrimos las ventanas y dejamos entrar la noche hasta los huesos.
Duele...pero sólo éso....
Oscura paz y consuelo fueron las estrellas en tu pelo.
Perro, corazón y cielo.